Maquillaje, peinado y atuendo.
Nuestro montaje "La Casa de Bernarda Alba" basará sus tonos cromáticos hacia los grises y el negro intenso en la apariencia de nuestros personajes. El vestuario estará fuertemente marcado dentro de las costumbres de la época para realzar la tragedia que se vive en la casa, producto de la muerte y del luto familiar. Asimismo, el maquillaje pretende conseguir una mayor acentuación en los rasgos faciales al hundir los ojos y aumentar los pómulos para dar un efecto desganado en sus rostros. En particular, la mirada juega un papel determinante, busca transmitir lo que realmente sucede. Pretende mostrar al público la tensión y sobre todo las emociones que experimentan las actrices a lo largo de la obra.
Bernarda, se viste en el mundo de los prejuicios y la tradición. Para ella, el luto familiar dura toda la vida, y así lo refleja en una vestimenta toda cubierta de negro: Lleva, con un caminar recto y decidido, un vestido completamente holgado, que la cubre desde las muñecas hasta los tobillos, como símbolo de censura y rigidez.
Una gran manta reviste sus hombros erguidos y sobre su pecho deslumbra un gran rosario. Su cabello, ya canoso, estará recogido en un apretado y clásico moño; oculto entre un velo que usará a lo largo de su actuación para resaltar su severidad. Un elemento transcendental es su bastón, el cual refuerza su figura autoritaria sobre sus cinco hijas.
El maquillaje técnico que se le aplicará a la actriz tendrá la finalidad de envejecer sus líneas de expresión para simular su edad de manera natural. Además de extenuar sus ojos para lograr una mirada penetrante y cargada de fuerza.
Por último, Magdalena, Amelia y Martirio, hijas también de Bernarda, mantienen el atuendo propio del luto: Llevan Faldas largas, blusas cubiertas, medias pantis y bailarinas de la moda imperante del momento. Su maquillaje, acogido del teatro, no tiene mayor detalle que el de hundir sus ojos para realzar la mirada, aumentar el tamaño de sus pómulos y marca las expresiones en sus rostros.
Una gran manta reviste sus hombros erguidos y sobre su pecho deslumbra un gran rosario. Su cabello, ya canoso, estará recogido en un apretado y clásico moño; oculto entre un velo que usará a lo largo de su actuación para resaltar su severidad. Un elemento transcendental es su bastón, el cual refuerza su figura autoritaria sobre sus cinco hijas.
El maquillaje técnico que se le aplicará a la actriz tendrá la finalidad de envejecer sus líneas de expresión para simular su edad de manera natural. Además de extenuar sus ojos para lograr una mirada penetrante y cargada de fuerza.
Angustias, la hija mayor de Bernarda, viste de luto por imposición. Reprimida y totalmente acostumbrada, está cubierta de la sombra de su madre: Lleva una larga falda negra y camisa recatada, medias pantis y zapatillas de agarre. Alrededor de su cuello, cuelga una bufanda que acentúa su vestimenta. Su cabello, a diferencia del resto de sus hermanas, estará peinado con un moño sencillo en vez de trenzas.
Su maquillaje pretende dar un efecto de envejecimiento parecido al de Bernarda; pero menos marcado. Se trabaja su rostro con tres tonos y un polvo para dar volúmenes en las áreas que tienden a arrugarse. Se exageran las imperfecciones y se agregan defectos para obtener una imagen enfermiza y poco agraciada; haciendo hincapié en rasgos característicos del personaje.
Adela,
la más joven, viste alejada de las normas impuestas por su madre: Su falda es
un tanto más corta que del resto de sus hermanas, y su camisa es descotada para
los criterios de la época. Mantiene el color negro en una primera parte. Su
maquillaje exalta la pureza de su fisonomía, se utilizan sombras de tonos claros para resaltar la blancura y sombras oscuras
para profundizar la mirada. Su cabello, inicialmente peinado con trenzas, pasa
a estar radicalmente suelto.
Un elemento que destaca y rompe con el esquema de vestimenta predominante en la obra, es el vestido verde que usa Adela en el segundo acto, como reflejo de su sentimiento de rebeldía y su deseo de libertad. Por otra parte, en la simbología lorquiana, el verde representa la vida: En La casa de Bernarda Alba, además de la vida, el escritor nos muestra la fragilidad de ella a través de la muerte.
Por último, Magdalena, Amelia y Martirio, hijas también de Bernarda, mantienen el atuendo propio del luto: Llevan Faldas largas, blusas cubiertas, medias pantis y bailarinas de la moda imperante del momento. Su maquillaje, acogido del teatro, no tiene mayor detalle que el de hundir sus ojos para realzar la mirada, aumentar el tamaño de sus pómulos y marca las expresiones en sus rostros.
peinados de trenza con moño sencillo |
Accesorios importantes: El anillo de Bernarda y el de Angustias representan el compromiso del matrimonio; el abanico con flores verdes y rojas de Adela hace oposición a las normas de su madre. El crucifijo hace referencia a las creencias católicas y las telas blancas a la pureza y virginidad de las hijas.
El controversial vestido verde de Adela |
me gusto, bastante completo, me servirá mucho para mi actuación...graciassssss
ResponderEliminarMuchas gracias, excelente análisis, me servirá mucho para el montaje con mis estudiantes. Gracias!
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